ÓXIDO Y HUESO

¿DE QUÉ VA?

La película Óxido y Hueso trata sobre dos personas que están muy rotas, tanto emocional como físicamente, pero que se conocen y forman una relación inesperada. Él es Ali, un hombre con una vida complicada, trabajos temporales y que intenta cuidar de su hijo pequeño. Ella es Stephanie, una entrenadora de orcas que sufre un accidente muy grave y pierde ambas piernas.

Al principio, parece que no tienen mucho en común, pero comienzan a conectar de una manera especial. Ali es impulsivo y directo, mientras que Stephanie está luchando por reconstruir su vida después del accidente. Su relación se construye en medio de las dificultades, mostrando cómo ambos encuentran fuerza, aprendiendo a superar sus límites y sus miedos. La película habla de supervivencia, amor y la capacidad de levantarse incluso en las circunstancias más difíciles.

CRÍTICA CONSTRUCTIVA:

Uno de los puntos que más nos han destacado de la película es la forma en que se aborda la diversidad funcional de Stephanie.

Tras perder ambas piernas en un accidente, ella se enfrenta a un proceso de adaptación tanto emocional como físicamente. Aunque la película quiere mostrar su fortaleza, también recae en una narrativa de esteoriotipos de género (patriarcado), al centrar gran parte de su desarrollo en cómo Ali (su novio) "la ayuda" a recuperar su autoestima y sentido de vida. Esto refuerza una dinámica paternalista en la que el apoyo emocional y físico del protagonista masculino parece ser indispensable para que Stephanie se sienta "completa" y ''feliz''

El enfoque en su sexualidad después del accidente:
Cuando Stephanie comienza a reconectar con su sexualidad, se da a entender que gracias a Ali, puede volver a sentirse deseada y una persona "normal". Aunque es positivo que se hable de la sexualidad, el problema cambia en cuanto la película lo aborda como si fuese algo que ella solo puede redescubrir a través de la validación masculina capacitada, en lugar de ser una cosa que haga ella por sí misma y de manera autónoma.

Ali y Stephanie:
Ali en la película tiene muchos problemas en su vida, pero lo muestran como alguien muy fuerte y capaz de superar todo lo que se le venga. En cambio, a Stephanie se la define casi todo el tiempo por su accidente. Es como si la película quisiera destacar lo "bueno" que es Ali por estar con ella, en lugar de darle a ella más protagonismo para contar su propia historia y como la vive.

La escena de la discoteca:
Stephanie va a un club nocturno, y en la película en vez de mostrarlo como un momento normal y divertido, lo hace ver como algo extraordinario solo porque ella se ve con diversidad funcional física. Esto puede parecer condescendiente, como si fuera sorprendente que alguien en su situación haga cosas que haría una persona de su edad.

Demasiado drama:
Muchas escenas de Stephanie están llenas de música triste y tomas que parecen hechas para que el espectador sienta pena por ella. Esto refuerza la idea de que su vida es principalmente trágica por su diversidad funcional, en lugar de mostrarla como una persona con muchas más cosas en su vida.

La escena de la piscina:
Cuando Stephanie se mete por primera vez en la piscina, la cámara se centra mucho en sus piernas amputadas. En lugar de mostrarlo como un momento de fuerza o aceptación, parece que lo usan para que la gente sienta pena por ella, y esto acaba siendo un concepto capacitista.

La dependencia emocional excesiva de su diversidad funcional:
La película utiliza la diversidad funcional de Stephanie como si fuera su identidad, lo que refuerza la idea de que su vida queda definida solo por su accidente, en lugar de mirar otros aspectos de su personalidad, deseos o lo que le guste hacer.

El uso de su diversidad funcional como herramienta dramática:
La diversidad funcional de Stephanie se utiliza en toda la película como un recurso para intensificar el drama. Esto es evidente en las escenas donde enfocan su ''vulnerabilidad'', como cuando lucha para adaptarse a su nueva vida. Estas situaciones refuerzan el estereotipo de que la diversidad funcional es una tragedia.

El contraste entre Stephanie y las personas "sin diversidad funcional":
Las escenas donde Stephanie interactúa con otras personas suelen marcar su diferencia de manera completamente innecesaria. Por ejemplo, en su trabajo o en su relación con Ali, su diversidad funcional lo muestran como un factor que constantemente la separa de lo que se supone que es lo ''normal", en lugar de mostrarla como una persona más en el grupo.

La falta de representación de su vida más allá de la diversidad funcional:
La película no muestra suficiente de la vida de Stephanie fuera de su relación con Ali o su accidente. No se ven temas como sus intereses, sus aspiraciones o cómo se ve a sí misma en el futuro. Este enfoque limitado refuerza la visión de que la diversidad funcional acapara toda su existencia.

La representación de la diversidad funcional como una barrera emocional insuperable:
En varias escenas, la película parece sugerir que el principal conflicto interno de Stephanie es aceptar su nueva realidad, lo cual es realista, pero al presentar esta lucha de forma tan prolongada, se refuerza la percepción de que tener una diversidad funcional significa vivir en una tristeza constante, de la que no se puede salir.